lunes, 23 de marzo de 2015

Sablés de chocolate

Estas pastas de chocolate, son muy fáciles y resultonas, la receta es de Pierre Herme y además de fáciles son cómodas pues la masa se puede conservar varios días en el frigorífico y se pueden ir cortando las galletas según se vayan necesitando, por todo lo dicho merece la pena hacerlas, os alegrareis.
 

INGREDIENTES: para 40 galletas                                     
260 g de harina
30 g de cacao en polvo (yo uso el de valor)
250 g de mantequilla a temperatura ambiente,en trozos100 g de azúcar glas
1 clara de huevo grande (40 g aprox.)
2 pizcas de sal
100 g de chocolate blanco para cocinar, cortado en trocitos 



ELABORACIÓN:

Tamizar la harina y el cacao juntos.
Batir la mantequilla hasta que este cremosa y agregar el azúcar glas, la clara de huevo y la sal y batir hasta mezclar bien.
Agregar la harina y el cacao y mezclar todo hasta conseguir hasta conseguir que se incorporen a la  mezcla de mantequilla. No batir en exceso.
Cubrir la masa con film y ponerla en el frigorífico hasta que tenga una textura firme.
Dar forma de cilindro a la masa trabajándola sobre una hoja de papel de horno. Envolver el cilindro con film y refrigerarlo hasta que se endurezca.
Precalentar el horno a 180 grados C (gas 4). Cortar el cilindro en rodajas de 1centimetro de ancho y ponerlas en una bandeja de horno forrada con papel para éste menester.
Hornearlas durante 12-15 min.
Retirar y dejar que se enfríen sobre una rejilla.
Espolvorearlas con azúcar glas o como en este caso introducir las galletas hasta la mitad en chocolate,previamente fundido, o bien al baño María o mejor aun en microondas con mucho cuidado, a intervalos de pocos segundos y mover con una cuchara hasta que este bien fundido y homogéneo.
Dejar que reposen sobre papel de horno.



UN BESO PARA TODOS 
 







martes, 17 de marzo de 2015

CANNELES DE BURDEOS- BIZCOCHO AL AROMA DE VAINILLA

Los canneles son unos pequeños bizcochos, típicos de la ciudad francesa de Burdeos. Los crearon unas monjas en esta ciudad, en el siglo XVI para aprovechar, el azúcar y el ron de los buques que atracaban en el puerto de la ciudad y las yemas que sobraban en las bodegas tras clarificar el vino. Las monjas los repartían entre los pobres o los vendían.
La receta fue rescatada y popularizada en 1830, por un pastelero bordeles que lo convirtió en una especialidad de la ciudad.
Después de contaros un poco el origen de estos bizcochos, os voy hablar de mi experiencia con ellos, tengo que decir que sólo he comido los que he hecho yo, a mi me parece que están entre un flan y un bizcocho, cuando están recién hechos son crujientes por fuera y tiernos y sedosos por dentro, lo que los hace diferentes a otros bizcochos y a pesar de su origen humilde muy refinados. Están especialmente buenos acompañados de helado de vainilla o nata montada, a mi me parece que son estupendos para terminar una buena comida de día de fiesta.




INGREDIENTES:

500 ml de leche
25 g de mantequilla
125 g de harina
250 g de azúcar
2 huevos
2 yemas de huevo
2 cucharadas de ron
1 cucharadita de azúcar avainillada

ELABORACIÓN

Calentar la leche con la mantequilla en un cazo; cuando hierva, retirar del fuego y remover hasta que la mantequilla se funda.
Tamizar la harina en un bol y mezclar con el azúcar. Añadir los huevos y las yemas, y batir hasta integrarlos. Agregar la leche templada, en un hilo y sin dejar de batir. Dejar enfriar.
Agregar a la masa el ron y el azúcar avainillada y remover. Tapar con film transparente y dejar reposar la masa en el frigorífico 24 horas.
Repartir la masa en 16 moldes acanalados, (yo he usado de silicona) llenándolos hasta tres cuartos de su altura. Cocerlos 10 minutos en el horno precalentado a 250º. Bajar la temperatura del horno a 180º y proseguir la cocción hasta un total de unos 45 minutos, esto depende del horno, vigilar y cuando estén bien dorados sacarlos. Dejar enfriar y desmoldar, en el caso de los moldes de silicona muy suavemente empujando desde abajo.




SUGERENCIA: como habréis visto por las fotos, estos bizcochitos se sirven con la parte que estaba en el fondo del molde hacia arriba, y queda un hueco que podemos rellenar de chocolate o mermelada a nuestro gusto.
Están más buenos nada mas enfriarse, que si los dejamos mucho tiempo, pues como son muy jugosos por dentro esto hace que se reblandezca la parte de fuera, que al principio era crujiente,de todas formas a mi me parece que siguen estando muy buenos.

Ya sabéis que me encanta que me dejéis mensajes, con dudas sugerencias o simplemente un saludo.

miércoles, 4 de marzo de 2015

CUPCAKES DE CERVEZA GUINNESS CON FROSTING DE QUESO

Tengo que reconocer que estos cupcakes, no me habrían llamado la atención, pues a mí no me gusta la cerveza, sé que para la mayoría de la gente, una cerveza fresquita en verano es un verdadero placer. Para mí no que le vamos hacer, por eso no habría pensado en esta receta de no ser por mi hija. Todo vino porque yo quería tener un detalle con una persona, a la que estoy especialmente agradecida y ella me sugirió la idea de estos cupcakes, porque a esta persona le encanta la cerveza. Yo tengo que decir que una vez hechos me ha sorprendido su esponjosidad y el intenso sabor a chocolate que tienen a pesar de llevar sólo cacao y no mucha cantidad, por otra parte el sabor a cerveza es muy discreto. A mí me parece que merece la pena hacerlos por su originalidad y porque el resultado final es francamente bueno y además es una receta resultona y fácil.


Para unos 12 cupcakes

INGREDIENTES:

PARA LOS CUPCAKES
125 ml de cerveza Guinness
125 g de mantequilla a temperatura ambiente
125 g de harina normal
200 g de azúcar
40 g de cacao (yo uso el de valor)
2 cucharaditas de impulsor (levadura royal)
½ cucharadita de bicarbonato sódico
70 g de nata para montar pero sin montar
2 huevos
½ cucharadita de extracto de vainilla

PARA EL FROSTING
100 g de nata para montar
100 g de queso fresco para untar
60 g de azúcar glass, mejor comprarlo hecho



ELABORACIÓN
Precalentar el horno a 180⁰ C. Fundir la mantequilla junto con la cerveza (cuidado al abrirla porque tiene mucha fuerza) a fuego muy bajo, cuando se derrita la mantequilla y esté todo bien mezclado, apartar y dejar enfriar.
Mientras, mezclar los ingredientes secos: harina, azúcar, cacao, bicarbonato sódico e impulsor, conviene pasar esta mezcla por un cedazo o colador para evitar bolas de polvo.
Por otro lado batir la nata, vainilla líquida y los huevos, (se bate para mezclar todo bien no para montar la nata) añadir la mezcla de cerveza y mantequilla, mezclando bien. Por último añadir los ingredientes secos poco a poco, echando un poco y mezclando así hasta integrar todo, lo aconsejable es incorporar los ingredientes secos como en 5 tandas.
Al ser una masa más líquida de lo habitual en este tipo de preparaciones, utilizar un contenedor para las capsulas de papel. Yo lo hago incluso para magdalenas con una hidratación normal, pues de esta forma quedan mejor ya que esto evita que se deformen y además se consiguen magdalenas con más copete, el contenedor pueden ser unos moldes de silicona o unos para flanes individuales, rellenar ¾ partes del molde.

FROSTING
Montar la nata, por otro lado mezclar el queso con el azúcar glass, añadir a esta mezcla la nata montada poco a poco con movimientos envolventes con cuidado para que no se desmonte.
La decoración es a nuestro gusto, podemos hacerla con manga pastelera o bien con una espátula o cucharilla, de cualquier forma el frosting es adictivo como comenta “Cocinillas” que es el blog de donde he cogido la receta.

A disfrutar. 
Gracias a “Cocinillas” http://www.cocinillas.es/



Un beso para todos.