viernes, 9 de mayo de 2014

TARTA DE QUESO A LA NARANJA

Hoy os traigo una propuesta que me parece muy  apropiada para rematar una comida familiar o de amigos. Esta tarta de queso es la más rica de este tipo que yo he hecho, y tiene el plus de ser además muy sencilla, ya veréis lo cremosa y suave que resulta al saborearla. Tiene como base una exquisita masa quebrada azucarada que encontrareis pinchando en este enlace, masa quebrada azucarada.




INGREDIENTES

  • 300 g de masa quebrada azucarada
  • 4 naranjas pequeñas o 2 grandes
  • 350 g de queso cremoso o fresco
  • 350 g de requesón
  • 150 g de nata líquida 
  • 175 g de azúcar
  • 4 huevos
PARA EL ACABADO
  • 6 cucharadas soperas de mermelada de naranja, templada y colada.

ELABORACIÓN

Extender la masa, formando un círculo de 2 mm de grosor, y cubrir con él un molde circular de tarta de unos 26 cm, yo utilizo uno desmontable. Dejarla enfriar durante unos 20 minutos.

Precalentar el horno a 170º C, pinchar la base de la cobertura de masa y hornearla a ciegas ( esto se hace cubriendo la base con un circulo de papel sulfurizado y cubrirlo con un peso que pueden ser legumbres secas y arroz, esto evita que la masa se encoja o apelmace cuando se rellene), durante 30 minutos. Retirar las legumbres secas y el papel, volver a introducir en el horno 5 minutos y reservar para que se enfríe. Bajar la temperatura del horno a 140º C.


Para el relleno, rallar muy finas las pieles de las naranjas, exprimir el zumo y colarlo en un chino. Poner los quesos, la nata y el azúcar en un cuenco grande y mezclar bien con una espátula. En otro cuenco, batir los huevos hasta que formen espuma y agregarlos lentamente a la mezcla de los quesos.
Añadir la ralladura y el zumo de las naranjas y remover con la espátula hasta que esté todo bien mezclado.

Verter el relleno en la cobertura de la masa y hornear en la parrilla inferior del horno durante 1 hora o hasta que se aprecie que esta hecha introduciendo un pincho fino en el centro; deberá salir limpio.


Colocarla en una rejilla y dejar que se enfríe durante 20 minutos, antes de quitarle el molde. Dejar que se enfríe por completo y colocarla en la parte menos fría del frigorífico hasta que esté lista para servir.

Para servirla, untar una capa de mermelada por encima de la superficie de la tarta. Esperar unos minutos hasta que el glaseado se ligue y adornar,al gusto, con los trocitos de piel de naranja que se han quedado en el chino al colar la mermelada, esto es al gusto.   

martes, 6 de mayo de 2014

SURTIDO DE PASTAS DE TÉ

Sobre las pastas de té es difícil añadir algo que no sepamos todos, aun así sobre estas en concreto se puede  decir: que tienen una formula muy equilibrada, que las hace absolutamente exquisitas, ideales como acompañamiento de un té o café.



INGREDIENTES
  • 550 g de masa quebrada azucarada (última entrada)
  • glaseado de huevo (1 yema de huevo mezclada con 1 c/s de leche)

 COBERTURAS (para la decoración)
  • 4 c/s de mermelada de frambuesa
  • un puñadito de almendras laminadas
  • 1 c/s mermelada de albaricoque, kiwi, etc.
  • 75 g de nata montada (en la proporción de 10 g de azúcar por 100 ml de nata para montar)
  • unas poquitas moras o arándanos
  • unos ramilletes de grosellas
  • azúcar glas para espolvorear


 ELABORACIÓN

Espolvorear la superficie de trabajo con harina y extender 450 g de masa quebrada azucarada hasta que tenga 2 a 3 mm de grosor, también espolvorear harina sobre la masa para trabajarla con el rodillo y así facilitar que este se deslice con suavidad, hacer esto las veces que sean necesarias hasta conseguir el grosor deseado.

Con un cortapastas ondulado, cortar tantos discos como sea posible de la lámina de masa.

Elaborar las pastas como se indica a continuación:

Mermelada de grosellas: colocar el número de discos de masa que se quiera en una bandeja de horno y pincelarlos con agua fría. Cortar un agujero en el centro de la mitad de los discos y colocarlos encima de los otros discos. Con una cucharilla de café, rellenar los huecos con mermelada de grosellas y pincelar las pastas con el glaseado de huevo.


Hay que tener en cuenta que se trata de pastas dobles de gruesas, por lo que necesitaran más tiempo de horno.

Almendra: colocar el número de discos de masa que se quiera en una bandeja de horno, pincelar con el glaseado de huevo y poner unas pocas almendras fileteadas en cada uno.

Nata montada: poner el número de discos de masa que se quiera en una bandeja de horno y pincelar con el glaseado de huevo. Hacer un dibujo en  la superficie, presionando y deslizando la parte trasera de un tenedor.

Mermelada de albaricoque: extender 100 g de masa quebrada azucarada, formando una especie de salchicha de unos 3 cm de diámetro. Cortarla en 6 partes iguales y formar una bola con cada una, aplanándolas ligeramente. Presionar con el dedo índice en el centro para hacer un pequeño hueco. Rellenarlo con mermelada de albaricoque, justo antes de introducirlas en el horno.

Para hornear las pastas: precalentar el horno a 170º C y hornear de seis a 10 minutos, dependiendo de su grosor. Si se prefieren con más color, subir la temperatura del horno a 180º C durante los últimos dos minutos. Dejar que se enfríen en una rejillas. 

Para el acabado de las pastas: una vez frías, decorar con la nata montada las que se quiera y poner sobre ellas algunas moras, grosellas o arándanos.  Espolvorear las pastas de almendra con azúcar glas y a disfrutar.


CONSEJOS: hay que tener cuidado al manipular esta masa, pues al tener un alto contenido en mantequilla, se ablanda en exceso con mucha facilidad cuando pasa esto es mejor parar y dejar que coja otra vez cuerpo en el frigorífico, aunque tiene esta pequeña dificultad merece la pena hacer esta fórmula rica en mantequilla por lo exquisitas y refinadas que son las elaboraciones en las que se emplea.

Siempre conviene dejar un  espacio entre las pastas cuando vamos a hornear aunque  como en este caso no desarrollen demasiado.